NÚMERO
SEIS
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Día
de la canción se llamaba en el Frente de Juventudes al 1 de abril,
queriendo hacer fecha de todos la que era conmemorativa de la victoria de
unos sobre otros. Hoy no hay tal. Y a la vista de lo de Vasconia, no hay
ganas de cantar otra canción que no sea la funeraria.
¿Es
la historia maestra de la vida? Sí, parece que sí. Que indagar en el
pasado facilita la cifra para interpretar el presente. Que no se entiende
la locura vasca si no se tienen las claves: que los papás ideológicos
del Pepé compartieron mesa y sal.. y hay que suponer que cerveza, con los
jelkides, cuando
lo de Munich, que se dieron el piquito hasta anteayer en la internacional
democristiana, que si Carrero era un obstáculo, era ETA quien se
encargaba de volarlo, que si el pobre Inestrillas, o Atarés, fueron incómodos
en la transición, dejaron pronto de serlo, que ETA se ocupó de pasarlos
a mejor vida. Que los carteles que firmaba el PSOE en las facultades
madrileñas de los 70 eran en apoyo a los etarras, a favor de los que el
muy socialdemócrata Olof Palme hacía cuestaciones por las calles de
Estocolmo, que los socialistas gobernaron con el PNV, tan panchos.
Ahora,
cuando este número 6 de “El Rastro” sale a la luz, están en danza
las elecciones vascas, festival de apariencias iluminado por los focos del
terror. Ciertamente es de desear que Arzallus se lleve un batacazo. Pero
no será la victoria de Mayor, si la hay, la que cure esa mayor herida que
España padece.
Nosotros,
en esto, a lo nuestro, intentando hacer lo que debemos y estar en lo que
hacemos, en la Historia, buscando, esta vez, ofrecer una visión de conjunto
de lo que fue el Servicio Exterior de la Falange; siguiendo la huella del
FES, como más significativo exponente de la oposición falangista en el Régimen
anterior; mirando la realidad pasada en los espejos curvados de la
literatura, sea en las páginas de Torrente Ballester, sea en las de
Umbral, Rodríguez Méndez o Cabal; exponiendo algo del proceso que
convirtió al José Antonio fundador de la Falange en mito del nuevo
Estado; proponiendo la lectura de un estupendo libro de Parra Celaya. Estas y otras cosas encontrará nuestro lector en el Sumario y en
las páginas a las que él conduce.
Madrid,
1 de abril del 2001.
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