El decálogo... un juego nada inocente

Aprovechando las posibilidades que ofrece la red, proponemos un juego a nuestros lectores: que lean el decálogo que a continuación se transcribe y consideren la identidad política de quien lo escribió y difundió.

Examinado el documento y hechas cavilaciones sobre su contenido, la solución, como en los pasatiempos, se obtiene pulsando en la tecla que figura al final del mismo.

Visto el resultado, proponemos luego repetir el juego –con apuesta a desayuno de por medio- con algún compañero de trabajo, preferiblemente de la ideología que fue cuna de este texto que sacamos a la luz.

DECÁLOGO...

1.- Los jóvenes.. deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo.

2.- Cada nueve (tres filas de tres) formarán una década, añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo.

3.- Hay que saludar con el brazo vertical,.. que es signo de hombría y virilidad.

4.- Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no despreciando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente, para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o de respeto.

5.- Cada joven... en el momento de la acción, debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente de él dependiera la victoria.

6.- Solamente debe ayudar a su compañero cuando éste ya no se baste a ayudarse por sí sólo.

7.- Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización es un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido, como asimismo el jefe de cada grupo.

8.- La única idea que hoy debe que hoy debe tener grabada el joven.. en su cerebro es que la idea solamente puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente.

9.- Cada día, un esfuerzo nuevo, en la creencia de que al día siguiente puede sonar la hora de la revolución.

10.- Y, sobre todo, esto, armarse. Como sea, donde sea y por los procedimientos que sean. Armarse. Consigna: ármate tú y al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar a un enemigo.