Nos habíamos
despedido, sí, pero de mentirijillas. Algún original teníamos y algún otro
nos ha llegado, que nos han animado a añadir a el Rastro de la
Historia, ya sin la servidumbre de la periodicidad, este nuevo número.
Ahí queda.
No nos
atrevemos a recaer en el error de un compromiso de reaparecer de forma
regular, pero tampoco prometemos dejar esto para siempre.
Pasen por
esta página alguna vez nuestros lectores, si les parece, por si algo nuevo
se añadiera.
Quiera Dios que la labor que hemos hecho, pequeñita, pero con cariño, no sea estéril.
Madrid, 4 de marzo del 2004, en el LIX aniversario de la fusión de la
Falange y las JONS.
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