METODOLOGÍA Y MARCO TEÓRICO BÁSICO:
INTRODUCCIÓN A LAS CATEGORÍAS DE CNV.-
El
fin básico que perseguimos los hombres con la comunicación es reducir el
grado de incertidumbre respecto
a cualquier situación que se nos pueda plantear. Cuando iniciamos una
comunicación con otro, tanto lo que nos manifiesta verbalmente, como lo que
no nos dice, ofrece una serie de pistas
acerca de ella. Esos indicios nos permiten sacar inferencias y
conclusiones que reducen esa incertidumbre. Muchos de ellos son mensajes
no verbales. Generalmente funcionan en el ámbito
inconsciente. Los emitimos y recibimos sin apenas darnos cuenta de
ello. Se trata de códigos arcaicos
que hemos heredado genéticamente a lo largo de la evolución humana como
ya pusieron de manifiesto científicos e investigadores de la talla de
Charles Darwin, Karl Von Frisch, K.
Lorenz, o Sebeok.
La
mayoría de los autores clásicos, tanto los antiguos (Homero, Cicerón,Teofrasto,
Cervantes, Shakespeare...) como los modernos y contemporáneos (Galdós,
Clarín, Dos Passos, García Lorca, Rafael Sánchez Ferlosio, y
especialmente los novelistas del género "negro" (Aghata
Cristhie, Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Patricia Highsmith, Conan
Doyle) han sabido de la importancia de estas claves de comunicación no
verbal (en adelante CNV) para lograr definir personajes, describir
ambientes o crear situaciones dramáticas o cómicas. Estas acotaciones y
descripciones se han usado como complemento de los diálogos entre los personajes, pero también en
muchos casos han sido substituidos
por estos.
Una definición de CNV suficientemente
amplia podría ser la que ofrece Randall P. Harrison en su obra Beyond
Words: “Intercambio de
información a través de signos no lingüísticos.” (analógicos).
Paul Watzlawick en sus célebres
axiomas acerca de la comunicación
denominó a este tipo de información comunicación
analógica.
Es decir, lenguaje analógico (idéntico
o semejante al objeto representado), por oposición a la información digital o codificada (palabras, signos informáticos),
en realidad signos arbitrarios
que se manejan de acuerdo con una sintaxis lógica del lenguaje.
Watzlawick sugiere, como ya apuntamos arriba, que la comunicación analógica
tiene sus raíces en períodos mucho más arcaicos de la evolución
humana. Por tanto encierran una validez
mucho más general que el modo digital de la comunicación verbal
relativamente reciente y mucho más abstracto.
Lo
analógico será todo lo no verbal. Este término debe incluir no solo los
movimientos corporales (Kinesia),también
las posturas, gestos, expresiones faciales, inflexiones de la voz, y otros
muchos indicadores de comunicación: distancias
de interacción, conducta táctil, olores, silencios, sonidos naturales,
colores, adaptadores y adaptadores del cuerpo, cronémica, etc...El hombre
sería entonces el único organismo
que puede utilizar ambos sistemas de comunicación : analógicos y
digitales. Resulta muy difícil llevar una mentira al campo analógico. Un
gesto o una expresión facial puede revelar mucho más que cien palabras.
Cabe suponer, resume Watzlawick, que
el aspecto de contenido se transmite en
forma digital (los diálogos en la novela), mientras que la
relación
comunicativa y el ambiente es siempre analógica (descripciones de
situaciones, las acotaciones teatrales y el denominado subtexto).
Los
códigos no verbales, rara vez tienen una estructura tan complicada como
la verbal. Así como el estudio del lenguaje
verbal tiene muchos siglos de antigüedad, la ciencia
de la CNV es muy moderna. El primer tratado de CNV se escribe en 1956,
por un fotógrafo y un psiquiatra: Jurgen Ruesch y Weldon Kees.
Sus métodos de investigación son más primitivos. No siempre es acertado
aplicar la metodología de la banda verbal (lingüística, semiótica) a
los códigos no verbales, ya que difieren en muchos aspectos.
Los
primitivos estudios acerca de la CNV fructificaron en un grupo de
tratadistas que han formulado una serie de categorías
fundamentales que permiten acotar y definir un terreno no siempre
perfectamente definido. Paul Ekman y
Wallace Friesen pueden considerarse como las máximas autoridades
mundiales en el estudio de la expresión de emociones. Representan la piedra de toque de esta disciplina, especialmente a partir del
trabajo publicado en la revista Semiótica
(1969),
ya
que han sentado las bases más firmes de las taxonomías científicas
de la CNV. Su clasificación en categorías
(a la manera aristotélica),
podemos resumirla en:
·
Emblemas
·
Ilustradores
·
Reguladores de la conversación
·
Adaptadores
·
Exposición de afectos (emociones)
En
los años setenta un investigador español que lleva ya décadas
trabajando en la Universidad de New
Brunswick Frederictown (Canadá), Fernando
Poyatos, se ha convertido en la máxima
autoridad mundial en este campo al formular la triple estructura de todo
discurso: lenguaje-paralenguaje-kinésica.
Este prolífico autor ha definido científicamente el término no verbal
de paralenguaje como: las cualidades no verbales de la voz y sus modificadores y las
emisiones independientes cuasiléxicas, producidas o condicionadas en las
zonas comprendidas en las cavidades supraglóticas, la cavidad faríngea,pulmones,
esófago, músculos abdominales, así como los silencios que utilizamos
conscientes o inconscientes para apoyar o contradecir los signos verbales,
kinésicos, proxémicos, químicos, dérmicos y térmicos... La
terminología básica, al igual que sucedía con las clasificaciones
acerca de gestos y emblemas apenas difiere de la señalada anteriormente
por otros autores. Sin embargo, Fernando Poyatos logra agotar prácticamente
las taxonomías mediante un análisis exhaustivo de todas las situaciones
paralinguísticas.
Fernando
Poyatos ha dedicado casi toda su ingente producción científica a
verificar la importancia de esa triple interacción no verbal en la creación
de tipos, ambientes y situaciones. Ha resumido la utilidad del
paralenguaje y la kinesística en la obra literaria:
·
Nos ayuda a captar y conocer
mejor la personalidad del autor (los personajes son siempre una prolongación
de los pensamientos y las vivencias del creador. Son “hijos suyos”.
·
Los personajes son miembros
de una cultura concreta y determinada que debe revelarse en una conducta paralinguistica
y kinesística concreta. Algo enormemente valiosos en comunicación de
culturas y épocas. Ya que de otra manera podría perderse esa riqueza
antropológica.
·
Esas percepciones (visuales,
auditivas, táctiles) resultan muy difíciles de expresar en un texto
literario, pero ayudan a perfilar el carácter de realismo
que puede manifestarse de varias formas:
1.
Físico:
D. Quijote, el Buscón de Quevedo. Ejemplos de los ya clásicos tipos
constitucionales descritos por los psicólogos Sheldon y Kretchmer.
2.
Deformante : Los personajes
creados en Viaje a la Alcarria de
C.J. Cela o por Valle Inclán en sus comedias bárbaras.
3.
Psicológico : propio
de los maestros del XIX): en los arquetipos de
Raskolnikov o Rubín.
4.
Documental: Poema del Mío Cid,
Lazarillo, El Jarama, Viaje a la Alcarria.
Resume Poyatos en
dos, las que considera funciones esenciales del paralenguaje y la kinesística:
1.-
Función comunicativa: especialmente
en las mejores novelas. Nos revelan:
·
Categoría social del
personaje
·
Su personalidad.
·
Aspectos esenciales de su
diferenciación.
2.-
Función técnica: El
personaje, ya diferenciado se nos revelará a través de su retrato físico,
moral, psíquico, indumentaria, lenguaje, paralenguaje y kinesística.
Ello
nos permitirá una definición
progresiva a través de rasgos nuevos o rasgos repetidos que nos hará
recordar al personaje (tics, leit
motiv, manejo de adaptadores de
objetos y del cuerpo, señales vestuarias, tono de voz...). Estos
elementos están presentes en la descripción de los personajes
fundamentales de la novela La Regenta de Leopoldo Alas, objeto de esta ponencia. Mención
especial merecen las referencias literarias respecto al uso de tiempo (cronémica) mediante los sonidos
ambientales (tictac del reloj, traqueteo de un tren circulando sobre un
puente metálico en la noche, sonidos animales, el retumbar del trueno,el
ulular del viento, la lluvia golpeando suavemente la ventana, el murmullo
del arroyo o la caída de la cascada), junto a los alternantes
producidos por el cuerpo humano y los sonidos procedentes de
objetoadaptadores, alteroadaptadores y somatoadaptadores. Todos ellos son
indicadores de sonidos paralinguísticos que poseen una enorme fuerza
interactivo-comunicativa y se encuentran en las mejores obras literarias
del realismo social del siglo XX. En esta novela hay decenas de
referencias, destacaremos la dos
horas que dura la confesión de Ana Ozores (lo que inicia el
desencadenamiento de los hechos posteriores de la acción dramática), o
la escena en que ésta espera a su criada en un recodo del bosque
solitario, la lectura en el cenador, o el desesperado
viaje en tren de Quintanar tras conocer el adulterio de su esposa (capítulos
IV, VIII, IX, XI y XXIX).
ESTRUCTURA
CINEMATOGRÁFICA DE “LA REGENTA”
Leopoldo Alas “Clarín” (1852- 1901) periodista, crítico
literario, catedrático de Derecho Romano y Derecho Natural. Aunque
residente en Oviedo la mayor parte de su vida, había estudiado la carrera
de Derecho en Madrid (1871-1878) donde también ejerció de periodista y
se formaría con Salmerón, Canalejas, Castelar, Giner de los Ríos... en
el espíritu crítico y republicano del krausismo. Su idealismo le llevaría
a practicar una obra literaria profundamente realista y naturalista donde
una galería de tipos sociales, arquetipos y personajes representan un
fiel retrato de la burguesía provinciana y de la aristocracia decadente
de la restauración monárquica de 1875. La hipocresía, maledicencia y
costumbres de la decadente sociedad española del último tercio del siglo
XIX aparecen perfectamente retratadas en su obra maestra: La
Regenta
(1885). Releída ahora en el siglo XXI, después de haberse escrito
hace casi 120 años, conserva la frescura, la atención y el interés de
los clásicos imprescindibles. Creemos que uno de los secretos de su
actualidad, como trataremos de demostrar en esta ponencia, es que el autor
(Clarín) supo manejar y tenía un perfecto conocimiento de las claves de
comunicación no verbales. Estamos seguros que sus profundos
conocimientos jurídicos, bebidos en las fuentes de autores como Cicerón
y los clásicos romanos, le ayudarían a conocer a los hombres y a sus
complejas relaciones y pasiones.
Aunque
el cinematógrafo y por supuesto toda su teoría y preceptiva, todavía
no existía en la época en que Leopoldo Alas escribió las andanzas de
Ana Ozores es indudable que la
estructura de la obra en XXX capítulos supone un acercamiento a la
arquitectura secuencial de la narrativa cinematográfica. A unos diálogos
muy frescos, realistas y naturales, se unen una serie de reflexiones de
los personajes (en off) que a la
manera del flasback ofrecen el
punto de vista y los antecedentes del personaje.
A su vez, una serie de
recreaciones visuales no verbales suponen auténticos filones para un
realizador de cine, que Fernando Méndez Leite en su adaptación para TVE
ha tratado de respetar y resumir, ya que el material original hubiese dado
para una serie televisiva de más de treinta capítulos.
LOS
PERSONAJES FUNDAMENTALES Y SU TIPOLOGÍA A TRAVÉS DE LA CNV
La trama de la novela transcurre en una imaginaria capital de
provincia española Vetusta
(sin lugar a dudas Oviedo) a la sombra de su magnífica y sombría catedral, sus
calles, parques y salones decimonónicos. Entre ese ambiente mortecino y
triste se entrecrucen tres hombres (Fermín
de Pas, Víctor Quintanar, y Alvaro Mesía) que aman a la misma mujer:
Ana Ozores. Una serie de
extraordinarios personajes episódicos acompañan a los protagonistas de
esta novela y contribuyen a dar dimensión y grandeza a esta obra: Doña Paula, Petra, Santos Barinaga y otros muchos secundarios.
ANA
OZORES
Personaje
protagonista de la novela que representa el arquetipo de mujer educada en
las normas católicas más tradicionales pero con una raíz plebeya fruto de los amores locos y tardíos de su padre
(un coronel liberal de ingenieros) con una
modista-bailarina italiana. Su
temprana orfandad provoca una educación muy estricta por parte de sus piadosas
tías que procurarán apartarla de todos los peligros del mundo. Una
aventurilla infantil totalmente inocente dará argumentos a sus tutoras
para confirmar sus malsanas inclinaciones
italianas. Mal casada con un buen y anciano partido (Don Víctor Quintanar, “El Regente”) hacen que Ana se refugie
en las lecturas piadosas y frecuente las confesiones y ritos
catedralicios, lo cual provoca el nacimiento de una amistad pastoral muy
profunda que su confesor, Fermín de Pas, desvía hacia un amor profano.
El
carácter de Ana es melancólico y triste y rayana en el misticismo
narcisista y exhibicionista muy propio de las enfermedades relacionadas
con la histeria nerviosa. Todo ello manifestado en los numerosos ataques,
insomnios y preocupaciones que afloran constantemente a lo largo de la
obra. Esta preparación de la sicología del personaje será un
antecedente de la vulnerabilidad y fragilidad de su carácter lo que
desembocará en su caída en las redes de personajes sin escrúpulos y
calculadores como Alvaro Mesía o provoque la atracción y protección de
su padre espiritual: Fermín de Pas,
el Magistral.
Creemos que se trata de un acierto total la
elección de la actriz Aitana Sánchez Gijón para encarnar el personaje
diseñado por el genial escritor asturiano
en la serie producida por TVE.
Aunque “Clarín” en la novela no realiza una detallada descripción no
verbal de Ana Ozores nos la ofrece en pequeñas pinceladas impresionistas:
Su abundante cabellera, de un castaño
no muy oscuro, caía en ondas sobre la espalda y llegaba hasta el asiento
de la mecedora... (Adaptadores
del cuerpo). Ana gritó, sintió un temblor por toda la piel de su
cuerpo y en la raíz de los cabellos como un soplo que los erizó (emoción
de miedo)... las lágrimas agolpándose en ellos le quitaban la vista
(tristeza)... soñaba mucho
despierta, soñaba también ahora con los ojos muy abiertos, inmóviles
(mirada ensoñadora). Estas
y muchas otras referencias nos hablan de una persona melancólica, que
sufre pesadillas constantes y dotado de una tristeza crónica y un estado
de abandono que le hace refugiarse en un mundo interior y un misticismo
reconfortante.
FERMÍN
DE PAS, “El Magistral”
Psicológicamente es un personaje cuyo adulto aparece muy contaminado por la influencia perniciosa de su
madre (Doña Paula). Su madre
resulta ser un padre protector/ crítico
que le ha dirigido siempre en todos sus pasos. Fermín ha sido un
instrumento para sus maquiavélicos planes de poder e influencias. Se
trata, desde el punto de vista del Análisis
Transaccional de
un niño sumiso/adaptado que no
ha logrado desprenderse de la relación simbiótica materna, por lo cual
no ha desarrollado su adulto.
Por lo tanto busca un niño (Ana
Ozores) al que proteger. Imitando así los modelos maternos que le
compensen las relaciones sumisas que mantiene con su propia madre. Como
debido a su ministerio y a sus convicciones, no puede conseguir su
objetivo, se convierte en un niño
terrible y rebelde, ya irremisiblemente contaminado por su padre
psicológico (Doña Paula).
Las
descripciones no verbales del “Magistral” retratan perfectamente al
personaje. La primera referencia aparece en el capítulo I
pág. 99 ed. cit.): el roce
de la tela con la piedra producía un rumor silbante, como el de una voz
apagada que impusiera silencio. El manteo apareció por escotillón; era
el de don Fermín de Pas, Magistral de aquella santa iglesia catedral y
provisor del Obispo. Se trata de una categoría paralinguistica
(el sonido de la ropa) que es producido por un adaptador
del cuerpo (el manteo) y originado por un roce/movimiento (kinesística).
Es decir su forma de andar y su vestimenta crean un ruido
que define perfectamente al personaje sin haber dicho todavía una
sola palabra.
Dos
páginas adelante, tras describir la elegancia y riqueza de su atuendo (uniforme/status) el autor vuelve a darnos pistas acerca del
personaje: Si los pilletes hubieran
osado mirar cara a cara a don Fermín, le hubieran visto, al asomarse al
campanario, serio, cejijunto (fisiognómica);
al notar la presencia de los
campaneros levemente turbado, y en seguida sonriente, con una suavidad
resbaladiza en la mirada y una bondad estereotipada en los labios (presentación personal/enmascaramiento emocional).....su
tez blanca tenía los reflejos del estuco. En los pómulos, un tanto
avanzados, había un ligero encarnado... era el rojo que brota en las
mejillas el calor de las palabras de amor o de vergüenza que se
pronuncian cerca de ellas...Los ojos del Magistral, verdes... aquella
mirada la resistían pocos ; a unos les daba miedo, a otros asco. Los
labios largos y delgados, finos, pálidos....la barba puntiaguda...la
cabeza pequeña descansaba sobre un cuello de atleta proporcionado al
tronco y extremidades del fornido canónigo. El retrato fisiognómico
del Magistral se corresponde con la de una persona decidida y mordaz y su
tipo constitucional (atlético)
encaja con las cualidades atribuidas al mismo: tenacidad y simpatía. El
actor Carmelo Martínez
responde bien a la imagen creada por Leopoldo Alas.
Las
relaciones del personaje con Ana Ozores provocan un distanciamiento con su
madre y una impaciencia por librarse de su inquisitiva presencia, ello
queda patente en la novela cuando ante una pregunta comprometida de ésta,
se describe: De Pas daba vueltas en
una mano al sombrero de teja, de alas sueltas, (impaciencia)
y se apoyaba en el marco de
la puerta, indicando deseo de salir pronto (regulador
de la conversación).
DOÑA
PAULA
Otro
de los personajes perfectamente retratados en la novela e interpretado
magníficamente en la serie de TVE por la actriz Amparo Rivelles, es Doña Paula, la madre de Fermín. Como madre
protectora y padre crítico constante resulta ser el complemento ideal
de su hijo al que ha programado perfectamente
en su guión vital. Su descripción
aunque aparece tardíamente (cáp., XI, pág.412) no deja de ajustarse muy
bien al personaje: Cuando Petra iba
a atravesar el umbral, ocupó la puerta por completo una mujer tan alta
casi como el magistral y que parecía más ancha de hombros; tenía la
figura cortada a hachazos... tenía sesenta años... debajo de un pañuelo
de seda negro que cubría su cabeza, atado a la barba asomaban trenzas
fuertes de un gris sucio y lustrosos; la frente era estrecha y huesuda, pálida,
como todo el rostro... los ojos eran fríos... Un mantón negro de merino
ceñido a la espalda angulosa, caía sin gracia sobre el hábito negro.
Parecía doña Paula, por traje y rostro, una amortajada. Todas las
características y categorías no verbales señaladas por el escritor
(tipo constitucional, estructura
del rostro y adaptadores del cuerpo) se corresponden con el arquetipo
de padre crítico. Incluso
aparece una referencia a la denominada percepción
psinestética del personaje: parecía
olfatear con los ojos.
La
escena en la que Doña Paula reprende a su hijo por su comportamiento con
La Regenta (las dos horas
pasadas en el confesionario –cronémica- y las
habladurías de la gente) ha sido recreada perfectamente por el realizador
de TVE al enfrentar en la mesa a
madre/hijo (proxémica y
efecto Steinzer),
caracterizar a Amparo Rivelles como la describe el novelista (adaptadores
del cuerpo) y dirigir adecuadamente su interpretación y entonación (paralenguaje).
ALVARO
MESÍA.
Este
personaje representa en cierta manera el corrupto poder administrativo y
social de la época. Presidente ejecutivo del casino, político
reaccionario y acomodaticio que fluctúa entre las dos corrientes
imperantes, y con grandes influencias en la Corte. El autor usa este
personaje para denunciar el caciquismo,
también conocida como vieja política,
algo que también sería objetivo de muchos pensadores e intelectuales en
los años treinta. Al mismo tiempo está adornado con las características
atribuidas al hombre de acción y de aventurar amorosas: atractivo,
seductor, buen conversador, calculador y siempre buscando buenas alianzas
para lograr sus objetivos. Pero en el fondo superficial, hipócrita, falso
y cobarde, que ante las menores dificultades sale huyendo con
el rabo entre las piernas. Es el arquetipo de Don Juan. Nos parece el
personaje menos rico, más tópico y menos desarrollado en la novela. Su
plasmación en la serie televisiva está representada por el actor Juan
Luis Galiardo, que ofrece una interpretación burlona, cínica y sarcástica
del personaje.
Sus
rasgos fisionómicos, estructura corporal, adaptadores del cuerpo,
paralenguaje, formas de andar, etc., responden lógicamente a las características
no verbales descritas por “Clarín”. Veamos algunos ejemplos: Se oyó una carcajada sonora, retumbante que heló la sangre del fogoso
Ronzal. No cabía duda, era la carcajada de Mesía. (paralenguaje: diferenciadores)...
era más alto que Ronzal y mucho más esbelto (señal
de status). Se vestía en París
(adaptadores sociales).
Aunque era de Vetusta no tenía el acento del país (paralenguaje:
cualidades primarias). Gallo
rubio, pálido, de ojos pardos, fríos casi siempre, pero candentes para
dar hechizos a una mujer.
(fisiognómica/mirada).
VÍCTOR
QUINTANAR.
Casado
con Ana Ozores, este personaje de edad avanzada representa el tipo bonachón,
distraído, de aficiones cinegéticas y científicas,
que comparte con su inseparable
Frígilis, que no puede o no desea complacer sexualmente a su joven
esposa, pero que sin embargo trata de mantener escarceos clandestinos con Petra,
su criada. Su falta de interés hacía aquella será la causa de su
fanatismo religioso. No parece importarle demasiado que otros hombres la
consuelen y distraigan. No obstante cuando descubre el adulterio de ella
reacciona con la dignidad exigida a los hombres de su clase y muere en un
duelo. La primera descripción del personaje en la novela se realiza
mediante un modernísimo recurso de la narrativa cinematográfica que sin
embargo no ha sido aprovechado en la adaptación televisiva: el fundido/encadenado
entre el amante y el esposo: La
imagen de Don Álvaro también fue desvaneciéndose... ya no se veía
más que el gabán blanco y detrás, como una filtración de luz, iban
destacándose una bata escocesa a cuadros, un gorro verde de terciopelo y
oro, con borla, un bigote y una perilla blancos, unas cejas grises muy
espesas... y al fin sobre un fondo negro brilló entera la respetable y
familiar figura de su don Víctor Quintanar con un nimbo de luz entorno.
PETRA
Se
trata de un personaje clave que cumple la función de aliado
y punto de unión con otros protagonistas importantes del relato. Ya hemos
hecho referencia a esa relación típica de la joven criada con su amo
Quintanar. Ella que conoce todas las flaquezas y debilidades de los otros,
mantiene siempre el control de
la situación. Lo hace también con otros personajes. Primero con don Fermín
de Pas al que logra seducir en la cabaña del bosque cuando ambos buscan a
Ana y a sus amigos. Luego obtiene beneficios especiales
del hombre que realmente le gusta, Alvaro Mesía, y así se venga también
de su ama. Al final de la novela, Petra logra la total protección de la
mujer más maquiavélica en alto grado y por tanto más poderosa:
Doña Paula.
Personaje
pleno de sensualidad, aparente discreción y humildad fingida. Tras su
furtivo encuentro sexual con el molinero se dice: Petra
venía sudando, muy encarnada, con la respiración fatigosa. Le caían
hasta los ojos rizos dorados y menudos (señales
todas del estrés). En el encuentro con el magistral: Petra
se le presentó vestida de aldeana, con una coquetería provocadora.... al
llegar a la casa del leñador, se dejó caer sobre la yerba, algo distante
de don Fermín; y encarnada como su saya bajera, se atrevió a mirarle
cara a cara con ojos serios y decididores.
Con
un buen criterio de puesta en escena audiovisual, Fernando Méndez Leite
en su versión para TVE ha potenciado los elementos no verbales
subyacentes en el texto literario y que por razones de censura de la época
sólo estaban levemente apuntados en el comportamiento del personaje.
OTROS
PERSONAJES EPISÓDICOS IMPORTANTES
Santos
Barinaga,
personaje atormentado y
esperpéntico representa el arquetipo social de los desposeídos, de las
injusticias sociales, de la conciencia popular que se rebela contra las
arbitrariedades de los poderosos. Librepensador, anticlerical, solitario
rumiador, pero vocero impenitente que dice las verdades
del barquero a todo aquel
que quiera escucharle. Su entierro es descrito como un acontecimiento que
hace despertar algunas conciencias. El personaje es encarnado por el actor
Manuel
Aleixandre, uno de los secundarios
más importantes de la espléndida saga de los Pepe
Isbert, Antonio Casal, Rafael Alonso... que
han dado prestigio a una de las mejores épocas del cine y de la televisión
españoles.
Monaguillos,
campaneros, canónigos y dignidades catedralicios, aristócratas,
sirvientes, el pueblo trabajador de Vetusta y otros muchos personajes, de
los que hoy no podemos ocuparnos, desfilan en esta obra maestra como una
galería norteña, con cristales transparentes o sucios, rotos o de
colores, grandes o pequeños. Pero que casi nunca nos dejan indiferentes.
OTRAS
CATEGORÍAS DE CNV PRESENTES EN LA NOVELA.
Lenguaje
de objetos (leit-motiv)
Todos
los relatos literarios que se convierten en creaciones audiovisuales
necesitan un elemento que les dé unidad y conexión, que además sierva
de evocación de determinados personajes y situaciones.
Suelen usarse como antecedente o
pista de algo que más tarde será importante. Se trata de objetos y
situaciones que veces hacen referencias a un símbolo de un arquetipo
social o psicológico. Su función resulta ser de ahorro expresivo, ya que
siempre se trata de imágenes y objetos
de comunicación no verbal. Clarín en esta obra los usa en
determinadas ocasiones. Así el guante de seda morado que el magistral deja abandonado en el
cenador, y que encontrado por Frígilis, Petra le hace creer que es de
Ana. La doncella lo guardará celosamente y lo contemplará a escondidas
pensando en su auténtico valor. (XVII, XXI). La liga
de Petra encontrada por Víctor en la cabaña del leñador donde se ha
producido el encuentro sexual con el magistral. La cereza
mordida por Ana y que arrojada al cesto, será posteriormente
encontrada y mordida también por Mesía. El juego erótico subliminal y
simulado entre don Fermín y su doncella Teresina
al mojar el bizcocho en chocolate:
Teresa abría la boca de labios finos y muy rojos, con gesto cómico
sacaba más de lo preciso la lengua, húmeda y colorada; en ella
depositaba el bizcocho don Fermín, con dientes de perlas lo partía la
criada, y el señorito comía la otra mitad. Así todas las mañanas.(XXI.
231).
Cuando
el Magistral, ya enamorado, en el sitial de la catedral sueña
despierto con Ana la descripción subliminal e inconsciente refleja
perfectamente sus íntimos deseos: el
dedo índice de la mano derecha frotaba dos prominencias pequeñas y
redondas del artístico bajorrelieve que representaba las hijas de Lot en
un pasaje bíblico. (XVI, p. 21)
Otros
aspectos ya estudiados anteriormente por otros
analistas, serian la relación simbólica establecida mediante las
referencias a determinados animales (sapo, cuervo, murciélago...) y su evidente paralelismo con el
demonio, el mal o los malos presagios.
Los
mensajes químicos (olores)
Las
referencias no verbales inherentes a los mensajes
químicos están presentes en varios momentos del texto literario. Se
trata de un sistema de comunicación difícil de expresar sin la presencia
de la fuente emisora. En el mundo audiovisual es muy complicado sugerirlo,
sin embargo se dan aquí descripciones muy eficaces que pasamos a
detallar. La magistral descripción del ambiente popular del paseo por El boulevard es un excelente ejemplo de este tipo de mensajes: Aunque
había algunas jóvenes limpias, de aquel montón de hijas del trabajo que
hace sudar, salía un olor picante, que los habituales transeúntes ni
siquiera notaban, pero que era molesto, triste, un olor de miseria
perezosa, abandonada. Aquel perfume de harapo lo respiraban muchas mujeres
hermosas. (IX, 351).
El
cambio que se opera en don Fermín cuando recibe la carta de Ana, que lee
a escondidas en un parque y tras jugar con un capullo de rosa, cambia
completamente su percepción del mundo está enamorado de Ana): don
Fermín miraba todo aquello como por la primera vez de su vida. Hacía un
fresco agradable en la iglesia y el olor de humedad mezclado con el de la
cera le parecía fino, misteriosamente simbólico y a su modo voluptuoso
(XXI).
El
tiempo (Cronémica)
El
sentido del paso del tiempo (tiempo social,
psicológico, de reloj, de calendario, etc.) está muy presente en la
narración. Uno de los primeros conflictos de la novela se plantea por las
dos horas de confesión general de la Regenta, autentica comidilla en todos los sectores importantes de Vetusta (el casino,
la catedral, los notables, Doña Paula). El enamoramiento de Ana y de Fermín
produce en ambos una nueva estructuración del tiempo, éste pasa muy deprisa:
Cerró los ojos (Fermín), y
una pereza de vivir que parecía sueño o sopor le embargó el ánimo.
Quería detener el tiempo. Y en Ana: Algo
que se movía en su cerebro royéndolo, como un sonido de tictac, como el
insecto que late en las paredes y se llama el reloj de la muerte (XXV). Finalmente
el despertador (código
de objeto) manipulado en
sus manecillas por Petra, será un elemento primordial en el
desencadenamiento del drama, cuando Quintanar descubra así el adulterio
de su esposa (XXIX).
Asimismo,
la descripción de la ciudad y el ambiente de “Vetusta”, las vistas
desde la torre de la catedral, la marea humana proletaria que pasea por el
bulevar,
las exhibiciones religiosas (si
seguimos la terminología de Desmond
Morris)
concretadas en la procesión del Viernes Santo, la conducta
táctil
de los protagonistas, etc., etc. Estas y otras muchas categorías de CNV,
sabiamente descritas y manejadas por el autor, contribuyen a elaborar una
obra maestra de la literatura española que se enriquece y mejora con el
paso del tiempo.
LA
ADAPTACIÓN DE FERNANDO MÉNDEZ-LEITE PARA TVE.
Ya
hemos hecho referencia a lo largo de esta ponencia, y como tendremos ocasión
de comprobar en el visionado que haremos a continuación, de algunos
fragmentos de la versión emitida por TVE, S.A.,
el texto escrito por Leopoldo Alas podría haber dado lugar a una
larga serie de más de treinta capítulos. La primera versión de los
guiones escrita por Fernando Méndez-Leite
constaba de trece episodios que produciría íntegramente TVE. Razones
económicas de producción y suponemos también de ritmo e interés
televisivo hicieron que finalmente, tras muchos avatares (un proyecto de seis horas de duración), la serie pasase a convertirse un una
trilogía de tres episodios de unos cien minutos cada uno, que fue
encargado en 1993 de forma asociada por
TVE a la productora de Eduardo
Ducay.
Ello provocaría la reducción a la mitad de su trama y el que muchos
personajes quedaron prácticamente apuntados o eliminados de la escena
televisiva.
Secundarios
catedralicios, monaguillos y algunos socios del casino sólo están
levemente apuntados en la adaptación. El ambiente popular de Vetusta, posiblemente por el encarecimiento de la producción, está
completamente ausente. No existen apenas referencias al pasado de Ana
Ozores, ni tampoco al del extraordinario y riquísimo personaje de la
madre del protagonista: doña Paula.
Sus avatares, motivados por su deseo de no pasar hambre y su resistencia a
la explotación que la educan en
la forma de sacar partido a sus
desgracias. Antecedentes todos ellos esenciales para entender la
idiosincrasia y compleja personalidad del mismo.
CONCLUSIONES
DEL ESTUDIO
1ª.-
Las referencias a los códigos de comunicación no verbal (paralingúisticos, kinesísticos, objetuales, emocionales, proxémicos,etc...)
presentes en los textos literarios, no sólo contribuyen a la definición
y perfil de los personajes, sino además resultan esenciales para las
adaptaciones posteriores a la narrativa audiovisual.
2ª.-
Las adaptaciones de obras literarias con destino a la televisión se
suelen caracterizar por una primacía del ritmo, acción y sucesos vividos
por los protagonistas, todo ello en detrimento de la frescura de los diálogos
y los pensamientos y vida interior de los personajes que caracterizan a la
narrativa literaria. En esta versión de la obra de Clarín se da un raro
equilibrio entre texto, acción y tipología psicológica. Las
descripciones no verbales de la novela han sido respetadas, en muchos
casos íntegramente transcritas a la pantalla y en otros recreadas para
servir mejor al lenguaje audiovisual.
3ª.-
La Regenta, escrita por Leopoldo Alas “Clarín”,
es una muestra excepcional del manejo de los códigos de CNV. Ello ha dado
lugar a que en manos de un director de cine y televisión con
sensibilidad, como es el caso de Fernando
Méndez-Leite, los resultados sean un excelente producto televisivo.
Lamentamos que necesidades presupuestarias y de puesta
en escena audiovisual, hayan escamoteado personajes y situaciones de
la novela que ofrecían una fácil traslación al celuloide.
4ª.-
Nuestro análisis, forzosamente ha debido detenerse y pasar por alto,
muchos aspectos significativos que esperamos poder abordar en otras
ocasiones. El estudio comunicativo de La
Regenta ofrece multitud de aspectos y sorprende la frescura y
modernidad de su estructura, lenguaje y tipos.
5ª-
Las categorías definidas por los principales teóricos de la CNV, unido
al uso de una metodología adecuada nos permiten un análisis profundo y
científico de casi todas las creaciones literarias. Todo ello nos lleva a
descubrir las auténticas intenciones de sus autores y también a
enriquecer y saber dónde están los complicados senderos que nos llevan a
la fuente de la creatividad y del gozo estético. Allí, según nuestro
criterio, podremos encontrar las raíces del arte auténtico.
Madrid
31 de octubre de 2001.
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phisique. N. York. Harper and Row. 1.940. -- The
varieties of temperament. N. York. Harper and Row. 1.942.
La teoría del Análisis
Transaccional ha sido formulada por el Dr.
Eric Berne y continuada por su discípulo Dr. Thomas
Harris. Las obras más importantes son: BERNE,
Eric. Games
people play.
The psichology of human relationships.Penguin
Books 1.962. (Versión
española "Los juegos en que participamos". Javier Vergara
Editor. B. Aires. 1.988.Qué
dice Vd. después de
decir
"Hola"?
1
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a
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Edición original 1.973. Grijalbo. Barcelona. 1.986. (catorce edición).Introducción
al tratamiento de grupo
.Grijalbo.
Barcelona 1.985. (2
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a
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edición). Edición original. 1.966 HARRIS, Thomas. Yo
estoy bien, tu estás bien. Grijalbo. Barcelona.1.973. (28
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