PEDAGOGÍA DE LA CANCIÓN (IV)
CLASIFICACIÓN DE LAS CANCIONES
Si bien la canción propia o
marcha es la característica del Frente de Juventudes, no se puede olvidar
que la institución, y sobre todo, sus movimientos juveniles, abarcaron un
gran repertorio de modalidades y temas. Algunos son difíciles de
clasificar, por pertenecer a varios géneros, pero se puede intentar una
aproximación [32]:
-
Las canciones religiosas,
incluidas al principio de la mayoría de cancioneros generales o de
actividad concreta; así, en el de 1947, se transcribe letra y música
de quince de ellas. Obviamente, se pueden seguir las variaciones
litúrgicas de la Iglesia a partir del Vaticano II observando como los
textos más tradicionales ("Cantemos al Amor de los Amores",
"De rodillas, Señor...", canciones en latín) dejan paso a
canciones más juveniles, similares a los de las entidades
específicamente religiosas. Quedaban reservadas para actos
litúrgicos, sin prodigarse en otras actividades.
-
Marchas e Himnos
militares: como detalle curioso se podría afirmar que se dedicó más
interés en el Frente de Juventudes al repertorio militar que en las
propias Unidades del Ejército (el motivo determinante puede ser el de
la voluntariedad) . Las más populares serían el Himno de la Academia
de Infantería y el de la Legión. También el de la Marina
"Soplen serenas las brisas... ") , con letra de José Mª
Pemán, y el de la Academia del Aire ("Sobre campos y
trincheras..."), con música de Torroba, que aparecen ya en los
cancioneros de 1942. Arriaca indica que en los primeros tiempos (etapa
bélica o posbélica) se produjo un transvase de canciones entre el
Frente de Juventudes y el Ejército; así, hay cancioneros militares
con canciones juveniles a las que se ha modificado la letra de
contenido específicamente falangista.
-
Regionales y populares: El
mérito mayor en el rescate del folklore nacional correspondió a la
Sección Femenina
[33], pero también el Frente de Juventudes
desarrolló labor en este sentido, al incluir canciones de todas las
regiones españolas en su Cancionero. En el repetidamente mencionado
"Manual del Jefe de Centuria", hay veintiocho canciones
pertenecientes a Navarra, León, Andalucía, Castilla, Aragón,
Cataluña, Murcia, etc.; como dato significativo, en el Programa de
Educación Musical 1943 y 1944 aparecen textos en vasco, catalán y
gallego.
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El tema de la novia: Con
tono nostálgico y sentimental o con aire y ritmo de marcha, aparecen
innumerables canciones dedicadas a las chicas; unas de ellas de
inequívoca procedencia militar ("La Rubita", y
"Margarita", típicas de la IPS), otras de importación (la
desvergonzada "Madelón" o la evocadora "Lilí Marlén",
traída por los repatriados de la División Azul) , la relación
sería larga: "Ana Marí", "A cantar a una niña",
"Soledad", "Chaparrita", etc. siendo las
organizaciones del Frente de juventudes solamente masculinas, el valor
de este tipo de canciones es particularmente significativo. No
olvidemos tampoco que la primera estrofa del "Cara al Sol"
alude a la novia.
-
Festivas: desde el "Carrasclás"
al "Bakum", de procedencia bélica, hasta la tan extendida
"Un flecha en un Campamento", este repertorio abarcaba una
gran cantidad de temas: habaneras, canciones intrascendentes, estrofas
de tipo lúdico ("A la orilla del mar", "La Bella
Cuquí", "Cuando Fernando VII", etc.), servían para
los momentos de relajación y expansión alegre. No es extraño
encontrar versiones humorísticas de canciones de marcha ("Somos
héroes del mañana / llenos de fe y de ilusión...",
transformando en "Somos manadas de lobos / que vamos al
comedor...").
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Canciones de Fuego de
Campamento: Si bien en los Fuegos y Veladas se cantaba de todo,
predominantemente lo festivo, existe un grupo especifico de canción
propia del ambiente nocturno, en torno a la hoguera, que va desde la
canción de ritmo lento ("Primavera"), el romance
tradicional o la divertida ("A mí me gusta el vino", "Desiderio"),
y toda la gama popular. Mención aparte merecen los "banes"
o "estribillos" para mostrar agrado y aplauso hacia el
actuante ("Bien por el chico, bien...") o desagrado y bronca
amistosa ("Date el bote, cara dura...").
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Canciones de marcha,
peculiares de las organizaciones del Frente de Juventudes, que se
estudian a continuación con más detalle.
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