Levántate,
camarada,
que está naciendo la aurora,
que ha llegado ya la hora
de empezar a trabajar.
Levántate,
que en la cumbre
amanece más temprano
y está en el valle tu hermano
ansiando tu despertar.
Busca la luz y avanza por encima
de todo lo que cuaja en el presente;
tu vela alumbre al sol alegremente.
No hay tiempo que medir en esta vida;
la eternidad reclama nuestra muerte.
Nacerán de la sangre nuevos hombres;
vida sería alumbrando luz de amor.
Los muertos del ayer están presentes,
pero pensemos quién caerá mañana.
Nos tocó la misión gloriosa y grande
de abrir camino para hacer a España.
Habla fiel al amor y siente hondo,
y piensa en actos, que el azul te llama.
Nacerán de la sangre nuevos hombres,
alumbrando por la proa luz de amor.
Serán
las venas del hombre
inquietud apasionada,
divinamente amasada
con vinagre, especia y sal;
seremos la levadura
de esta mañana gloriosa,
y la violencia amorosa
de Dios y nuestra será.
El amor vencerá. Cuando muramos,
venceremos al tiempo y a la muerte.
Despierta el sol; despierta el sol dormido
que llevas dentro de tu corazón.