Primo de Rivera expuso el programa de su partido diciendo que hay
que hacer la Reforma Agraria, pero que para realizarla hay que
expropiar forzosamente las tierras a los grandes terratenientes.
Atacó a las grandes empresas monopolistas, de las que dijo son las
culpables de la ruina de la economía nacional, proponiendo su
nacionalización.
Explicó por qué no van en la candidatura derechista, diciendo que
no comprende cómo Acción Popular hace pactos con los radicales, con
el Gobierno y con los monárquicos. Dice que propuso a la unión de
derechas un programa para realizarlo a rajatabla, a lo que las
derechas no se atrevieron.
Habla de las promesas de las izquierdas, y dice que el comunismo no
podrá implantarse en España, porque las derechas se opondrán por
instinto de conservación, y además el comunismo no tiene aplicación
aquí, pues los españoles somos individualistas.
Dice que a los socialistas no les conviene mejorar la situación de
los campesinos, pues saben que en cuanto los campesinos tengan su
comida y su techo asegurado no los podrán llevar a la revolución,
pues las revoluciones, sólo se hacen con hambrientos y desesperados.
Heraldo de Aragón, 14 de febrero de 1936.