El Jefe Nacional dirigió a los camaradas presentes palabras de
aliento y esperanza para que sigan con gran entusiasmo y fe, a pesar
de los pesares y de todas las dificultades conocidas y por conocer, la
propaganda de nuestro Movimiento nacionalsindicalista.
Les recordó que, precisamente por nuestros mayores enemigos, se
esgrimía una nueva arma: la del aburrimiento, que es la más difícil
de vencer, Y con palabras alentadoras y llenas de emoción por la
salvación de España, les previno contra estas artimañas y otras que
pondrán en nuestro camino los que no pueden vencernos en lucha
franca.
Arriba, núm. 11, 30 de mayo de 1935