El Frente Nacional es una necesidad. Y somos nosotros, sólo
nosotros, los que podemos asegurar que este Frente Nacional sea un
movimiento fecundo y eficaz. ¿Qué fuerzas deben integrarlo? No
tenemos que devanarnos los sesos. Las fuerzas de izquierda han
decidido ya y se han incorporado al Frente Popular. Quedan, por tanto,
como posibles fuerzas del Frente Nacional las que no lo están en
ninguna agrupación política, o están en las que no forman parte del
Frente Popular. Los términos son bien estrictos. El temor de algunos
camaradas de que seamos absorbidos o desfigurados por otras fuerzas
políticas no tiene fundamento. El Frente Nacional no es un movimiento
que deba girar en el vacío. Debe tener objetivos concretos. Un
programa bien claro. Y en la aceptación de este programa residen
todas las garantías apetecidas. Creo que no podemos vacilar. El
Frente Nacional va a producirse queramos o no. Debemos ser nosotros
los que lancemos la consigna y aseguremos su desenvolvimiento.
Interviene el camarada Batlles: Manifiesta una posición de
intransigencia en la unión con cualquier fuerza. Únicamente en el
hecho de producirse una revolución podríamos sumar nuestro concurso,
siguiendo aislados hasta esa coyuntura.
Interviene el camarada Servet: Manifestando que esta alianza se
acuerde de una manera mejor que hasta ahora, con paso más firme y con
mayor garantía de victoria de la que hemos tenido hasta aquí. No es
un nombramiento el de Primo de Rivera algo que ha surgido
artificiosamente, sino que viene a recoger y plasmar la opinión de la
masa del partido que hoy queda afirmada en forma histórica y
definitiva.
Primo de Rivera dice: Si fueron pocas las palabras que pronuncié
al comenzar estas reuniones, menos han de ser ahora al final de ellas.
En cuanto a fórmulas que pudiera descubrir para expresamos mi
agradecimiento, creo que serían ociosas. Estoy entrañablemente
agradecido y por otro lado os aseguro que no es ligero el cargo que me
entregáis. Yo mismo he de vigilar mis actuaciones. No a los tres
años de Jefatura que el Reglamento me concede, sino al año, a los
seis meses o a los tres, yo que tengo cierta apariencia de no ser
humilde, me examinaré todos los días con más rigor que pudiera
examinarse nadie y veré si sirvo o no para este cargo. Además, los
más próximos de los compañeros que estáis aquí constituiremos la
Junta Política. Casi a diario tendremos ocasión de oírnos unos a
otros y contrastar el propio acierto con el de los demás. No confío
tanto en mis fuerzas como para creer que vamos a conseguir la victoria
en dos o tres meses, ni desconfío tanto en ellas como para no creer
en el triunfo, y os aseguro que si no me considerara capaz de
conduciros no habría aceptado este puesto.
Al camarada Ledesma Ramos he de decirle, recogiendo sus palabras,
que hay algunas fechas históricas en este movimiento nuestro. Hasta
ahora la más solemne fue aquella en que la organización más
antigua, con un historial tenso, se unió a otra más moderna, ya más
numerosa, tal vez con solera menos asentada todavía en algún
instante, que era Falange Española. El día que estas dos
organizaciones constituyeron la Falange Española de las J.O.N.S. fue
una de las fechas solemnes de nuestro movimiento. Hoy acabamos de
marcar otro hito. Puede haber existido entre nosotros algún
rozamiento –y quizá alguno intentara emprender en algún instante
caminos distintos–, pero ya esto ha vuelto a una normalidad que
habrá de traducirse en lealtad inequívoca del jefe a vosotros y de
vosotros al jefe. Las circunstancias no nos dejan perfilar ahora el
movimiento como pensábamos. Sólo podemos apretarnos en un haz
resuelto hacia la tarea y emprender el camino de la España grande que
nos espera ¡Arriba España!
A continuación, después de un breve debate, se suspende la
sesión por diez minutos para que redacten una candidatura que es la
que ha de constituir los miembros de la Junta Política designados por
los miembros del Consejo Nacional.
Se reanuda la sesión y tras un breve debate se aprueba por
aclamación la candidatura propuesta y que la componen los siguientes
nombres: Ledesma, Ruiz de Alda, Roberto Bassas, Rafael Sánchez Mazas,
Manuel Valdés Onésimo Redondo. Se levanta la sesión a las veinte y
treinta.
Madrid, cinco de octubre de mil novecientos treinta y cuatro.
El Secretario General
Raimundo Fernández–Cuesta
El Presidente
José Antonio Primo de Rivera