Por saludar así, con el brazo en alto, al pasar la bandera ante
sus locales, fue clausurado el 14 de abril nuestro centro de Sevilla.
Por saludar así y porque nuestros camaradas sevillanos lanzaron al
aire dos gritos subversivos: "¡Viva España!" y
"¡Viva el Ejército!".
Ya es conocida la historia de su detención colectiva, de sus
multas exorbitantes, de las ridículas versiones dadas por la Prensa
de siempre y de las declaraciones del entonces gobernador de Sevilla,
tan llenas de amenazas y de imprevisión, puesto que su vida de poncio
sólo iba a durar dos meses más allá de la clausura.
Pero el centro sigue cerrado, a pesar de todas las reclamaciones.
También en Sevilla se ensaya contra nosotros, pertinazmente, la
política del aburrimiento. No importa: allá y aquí y en todas
partes pasarán gobernadores y se esfumarán ministros en el anónimo
de la mediocridad antes de que decaiga nuestro fervor para saludar,
con el brazo en alto, a la España que llega.
FE, núm. 14, 12 de julio de 1934.