El señor Rincón de Arellano hizo la presentación de los
oradores, cediendo la palabra al señor Ramiro Ledesma, que expuso las
angustias actuales de España en todos los órdenes, y añadió que la
única revolución que puede cambiar la faz de todas estas desdichas
es la implantación de un régimen sindical de acción directa que
haga eficaz los factores de producción.
A continuación habló don José Antonio Primo de Rivera, que
señaló las impurezas del sufragio, de la conexión que debe existir
entre todas las regiones españolas. Terminó su vibrante discurso
diciendo que no había ido a Burriana sino a solicitar de todos los
hombres de corazón el esfuerzo necesario para salvar a España.
Acudieron representantes de Castellón y de Valencia. Al terminar
el mitin se sirvió un lunch en el Círculo Frutero.
Las Provincias, de Valencia, 30 de mayo de 1934.