Todavía bajo la impresión de las primeras noticias, no sé si
prevalece dentro de mí la emoción por el triunfo y por el honor de
verme elegido en la provincia donde nació mi padre, o el peso de la
responsabilidad que va envuelta en la investidura, sobre todo en
momentos como éstos, decisivos para España. Pero, entre la alegría
y el temor, tiene que abrirse paso, en esta fecha, la más viva
gratitud: una gratitud emocionada y profunda para todos los que han
trabajado con tanta fe por el triunfo de la candidatura en que yo
figuraba, y para todos los que, al darme su voto, han sabido hermanar
delicadamente la expresión de una confianza generosa y la devoción a
un recuerdo para mí sagrado. Estén todos seguros de que no se me
escapa ese fino sentido de sus votos, y que, al percibirlo, me siento
ligado en sujeción espiritual, que es siempre la más fuerte, al
servicio de esta provincia para mí tan llena de motivos de afecto.
JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
La Información, Cádiz, 20 de noviembre de 1933.
Diario de Cádiz, Cádiz, 21 de noviembre de 1933.