El fiscal, señor González López, termina dirigiéndose a su
antiguo y buen amigo don José Antonio Primo de Rivera, a quien le
dice que si el general Primo de Rivera dio el golpe de Estado para
terminar con la vieja política, ¿cómo colaboró en el delito de
alta traición del Rey?
El señor Primo de Rivera, terminada la rectificación del fiscal,
pide la palabra y manifiesta:
– Unas pocas palabras, muchas menos de las pronunciadas por el
fiscal, quien me ha dedicado unas expresiones que agradezco, y es
lástima que luego haya descendido tan bajo para suponer que el
general Primo de Rivera apoyó la alta traición. No es así.
El general Primo de Rivera dio solo el golpe de Estado. Recabó
toda la responsabilidad para él, y para darlo no contó con el Rey, y
lo hubiera hecho igual de no acceder aquél a sus deseos. Lo único
que hizo el general Primo de Rivera fue no convocar elecciones en el
plazo de tres meses, según había anunciado. ¡Qué más hubieran
querido los antiguos políticos! ¿Es que se podía echar abajo, el
tinglado electoral y caciquil en sólo tres meses?... Pues eso es lo
único que hizo el general Primo de Rivera. (Murmullos de
aprobación en las tribunas y aun en la sala.)
La Nación, 25 de noviembre de 1932.