"¿Qué es lo justo?"
Anoche dio su anunciada conferencia en el Ateneo el joven ahogado
don José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hijo del ex
presidente del Consejo, señor marqués de Estella, desarrollando el
tema: "¿Qué es lo justo?"
Hizo la presentación el presidente de dicho Centro, don José
Lozano Serna, quien tras de referirse a la labor cultural que el
Ateneo se propone desarrollar, dando cuenta de paso de los
conferenciantes que tienen ofrecida su visita para fecha próxima,
como Jiménez Asúa, Martí Jara, Serrano Batanero, Vallellano,
Ossorio y Gallardo, Lerroux y otros, habló de los merecimientos del
señor Primo de Rivera, uno de los discípulos predilectos de Sánchez
Román, destacando sus méritos de luchador en el campo del Derecho,
terminando con un afectuoso saludo de bienvenida y de gratitud por su
atención al aceptar el ofrecimiento que se le tenía hecho para
ocupar esta tribuna.
Seguidamente hizo uso de la palabra el señor Primo de Rivera,
empezando con unas frases de gratitud por la atención de invitarle a
dar esta conferencia, de apertura del cielo de disertaciones, y por el
ambiente de cordialidad con que se le acoge, muy de estimar en
momentos en que se vive en cierta agitación de espíritu.
Teme defraudar, dada la importancia del tema que ha elegido, Y
comienza su disertación en una discreta peregrinación por las
llanuras del Derecho, buscando la más exacta concepción de lo justo.
Analiza con minuciosidad los períodos históricos fundamentales que
sirven de base para estos estudios jurídicos, haciendo
consideraciones muy atinadas e interesantes. Parte de que, en
principio, lo justo era una consecuencia de la filosofía, pasando por
sus distintos aspectos y tendencias ideológicas, hasta llegar al
positivismo, y, finalmente, a las modernas concepciones de
resurrección de esta idea del Derecho.
Todo. su conferencia fue una verdadera lección doctrinal de
principios, expuesta con perfecto dominio del tema. La filosofía de
Platón, de Aristóteles, de Rousseau, de Kant; en suma, de cuantos
con sus fundamentos han influido en las concepciones interpretativas
del sentido más absoluto de lo justo, las influencias y
manifestaciones de los pueblos, orientaciones y tendencias sociales,
que han contribuido a la misma finalidad, fueron expuestas por el
conferenciante, sacando conclusiones valiosas para encauzar el
conocimiento de lo que es lo justo, por las normas fijadas dentro de
las distintas manifestaciones del Derecho, a compás con las varias
tendencias que se han ido desarrollando en el transcurso de los
tiempos.
Tras estas documentadas consideraciones, quiere obtener la
consecuencia de lo abstracta que es la idea de lo justo y de las
dificultades que ofrece para resolver cualquier problema concreto, lo
que hace sentir cierto desaliento cuando se pretende hallar el
principio de derecho exacto, que responda a lo indiscutiblemente
justo. Ante ello juzga preciso atemperarse a la pureza del método,
sin hacer caso de otras consideraciones políticas o sociales,
pensando en producir el bien, aunque no se tenga una concreción
absoluta de lo justo, y, a tal fin, estima procedente aprovechar la
construcción de los juristas, pensando que en esas normas está la
verdad que se desea encontrar, ligando por completo todas ellas para
la mayor claridad, ya que no debe olvidarse que toda construcción
confusa en Derecho lleva en el fondo una injusticia.
En suma: la conferencia del señor Primo de Rivera se deslizó en
un sentido de amplia orientación, y ceñido al tema en sus aspectos
filosóficos, metafísicos y jurídicos, sin hacer alusión alguna a
situaciones de presente de índole política o social, aun de aquellas
que pudieran deducirse de la misma cuestión tratada. Fue,
sencillamente, un estudio histórico de los postulados que en Derecho
pueden examinarse teórica y científicamente en una crítica razonada
de tan arduo problema.
La Nación, 18 de febrero de 1930.
El Defensor, de Albacete, 18 de febrero de 1930.