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A LOS MAESTROS ESPAÑOLES En estos momentos de angustia, cuando los cimientos del viejo régimen liberal se
resquebrajan y los repugnantes tentáculos del marxismo y sus aliados aprisionan a nuestra
España, amenazando desgarrar su territorio, borrar su historia, destruir sus valores
eternos, envilecer y sumir en la miseria a la población; cuando los que antes y los que
después del bienio, lejos de obtener el fruto provechoso que la revolución del 14
de abril les brindaba, han hecho alarde de dejación y de impericia cuando no de
sadismo y concupiscencia conduciendo el carro de nuestra fortuna al borde del
precipicio, es cuando la Falange Española de las J.0.N.S. reitera el llamamiento a todos
los españoles y dedica en particular este manifiesto a vosotros, a los que ejercéis el
sagrado ministerio de la enseñanza primaria, a los que habéis de forjar el espíritu del
pueblo español para de aquí en adelante, y os dice:
¡Maestros nacionales! ¡En pie al servicio de España! Como españoles que sois,
¡uníos a nosotros! ¡Acudid con vuestros medios espirituales a esta cruzada que hemos
emprendido para salvar a España!
Ante los ojos tenéis el balance de dos bienios: en el interior, sangre, lágrimas,
dilapidación, orgía, paro obrero, enchufes, affaires, caricias a la inhumana
revolución de octubre, que hace poco reiteró sus propósitos dando el primer
aldabonazo a las puertas de Madrid. En el exterior, debilidad, servilismo, olvido de
Gibraltar y de Tánger. En resumen: ruina espiritual y material. ¡Vergüenza!
La Falange Española de las J. 0. N. S. tiene sellado con la sangre de veinticuatro
mártires el compromiso de libertar a España, de construir sobre la ruina inminente
del Estado liberal capitalista la nueva España imperial, la España una, grande y libre
que ocupará el lugar preeminente que su destino reclama y cuyo nombre será escuchado con
respeto y admiración en las cinco partes del mundo.
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Por lo que hace a los intereses del Magisterio primario y a vuestra posición con
respecto a la Falange, sólo os diremos que el Movimiento Nacionalsindicalista no olvida
que vuestros servicios están peor remunerados que muchos de carácter subalterno; pero no
hemos de empezar por ofreceros un inmediato aumento de sueldo sin saber aún cuándo y con
qué medios económicos podremos regularizar los escalafones y elevaros el nivel de vida
al punto que merece vuestra noble misión; no tenemos el propósito de ofendemos
intentando comprar vuestra adhesión, ni la Falange emplea esa moneda falsa de tan profusa
circulación en las propagandas de las derechas y de las izquierdas. Ahora hemos de dejar
todo esto a un lado para atender a un punto de vista totalitario: salvar la integridad
moral y material de España, sin desglosar intereses de ningún sector determinado. Es la
hora de deciros tan sólo:
¡Maestros nacionales! ¡Ayudadnos a salvar a España! Acudid a las filas
nacionalsindicalistas, donde podréis encauzar vuestros valores docentes en un
sentido nacional, evitando el triste espectáculo de esos niños a quienes se ha enseñado
a saludar con el puño en alto en señal de odio, ¡monstruoso contraste con la delicadeza
de sus almas! Enseñadles a saludar con el brazo extendido al horizonte y con la mano
abierta en señal de esperanza en el futuro; alejad del espíritu de esos niños todo
sentimiento de egoísmo individual y de clase; enseñadles a creer en Dios, en la patria y
en la obra de salvar a España para España, mediante una alegre vida de trabajo y de
milicia.
¡Arriba España!
FALANGE ESPAÑOLA DE LAS J.0.N.S.
(Madrid, diciembre de 1935) |