NORMA PROGRAMATICA DE LA FALANGE NACIÓN. UNIDAD. IMPERIO
1. Creemos en la suprema realidad de España. Fortalecerla, elevarla y
engrandecerla es la apremiante tarea colectiva de todos los españoles. A la realización
de esta tarea habrán de plegarse inexorablemente los intereses de los individuos, de los
grupos y de las clases.
2. España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra
esa unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos.
La constitución vigente, en cuanto incita a las disgregaciones, atenta contra la
unidad de destino de España. Por eso exigimos su anulación fulminante.
3. Tenemos voluntad de Imperio. Afirmamos que la plenitud histórica de España
es el Imperio. Reclamamos para España un puesto preeminente en Europa. No soportamos ni
el aislamiento internacional ni la mediatización extranjera.
Respecto de los países de Hispanoamérica, tendemos a la unificación de cultura, de
intereses económicos y de Poder. España alega su condición de eje espiritual del mundo
hispánico como título de preeminencia en las empresas universales.
4. Nuestras fuerzas armadas en la tierra, en el mar y en el aire
habrán de ser tan capaces y numerosas como sea preciso para asegurar a España en todo
instante la completa independencia y la jerarquía mundial que le corresponde.
Devolveremos al Ejército de Tierra, Mar y Aire toda la dignidad pública que merece, y
haremos, a su imagen, que un sentido militar de la vida informe toda existencia española.
5. España volverá a buscar su gloria y su riqueza por las rutas del mar.
España ha de aspirar a ser una gran potencia marítima, para el peligro y para el
comercio.
Exigimos para la Patria igual jerarquía en las flotas y en los rumbos del aire.
ESTADO. INDIVIDUO. LIBERTAD
6. Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad
patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar,
municipal y sindical. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá
implacablemente el sistema de los partidos políticos con todas sus consecuencias:
sufragio inorgánico, representación por bandos en lucha y Parlamento del tipo conocido.
7. La dignidad humana, la integridad del hombre y su libertad son valores
eternos e intangibles.
Pero sólo es de veras libre quien forma parte de una nación fuerte y libre.
A nadie le será lícito usar su libertad contra la unión, la fortaleza y la libertad
de la Patria. Una disciplina rigurosa impedirá todo intento dirigido a envenenar, a
desunir a los españoles o a moverlos contra el destino de la Patria.
8. El Estado nacionalsindicalista permitirá toda iniciativa privada compatible
con el interés colectivo, y aun protegerá y estimulará las beneficiosas.
ECONOMÍA. TRABAJO. LUCHA DE CLASES
9. Concebimos a España, en lo económico, como un gigantesco sindicato de
productores. Organizaremos corporativamente a la sociedad española mediante un sistema de
sindicatos verticales por ramas de la producción, al servicio de la integridad económica
nacional.
10. Repudiamos el sistema capitalista, que se desentiende de las necesidades
populares, deshumaniza la propiedad privada y aglomera a los trabajadores en masas
informes' propicias a la miseria y a la desesperación. Nuestro sentido espiritual y
nacional repudia también al marxismo. Orientaremos el ímpetu de las clases laboriosas,
hoy descarriadas por el marxismo, en el sentido de exigir su participación directa en la
gran tarea del Estado nacional.
11. El Estado nacionalsindicalista no se inhibirá cruelmente de las luchas
económicas entre los hombres, ni asistirá impasible a la dominación de la clase más
débil por la más fuerte. Nuestro régimen hará radicalmente imposible la lucha de
clases, por cuanto todos los que cooperan a la producción constituyen en él una
totalidad orgánica.
Reprobamos e impediremos a toda costa los abusos de un interés parcial sobre otro y la
anarquía en el régimen del trabajo.
12. La riqueza tiene como primer destino y así lo afirmará nuestro
Estado mejorar las condiciones de vida de cuantos integran el pueblo. No es
tolerable que masas enormes vivan miserablemente mientras unos cuantos disfrutan de todos
los lujos.
13. El Estado reconocerá la propiedad privada como medio lícito para el
cumplimiento de los fines individuales, familiares y sociales y la protegerá contra los
abusos del gran capital financiero, de los especuladores y de los prestamistas.
14. Defendemos la tendencia a la nacionalización del servicio de Banca y,
mediante las corporaciones, a la de los grandes servicios públicos.
15. Todos los españoles tienen derecho al trabajo. Las entidades públicas
sostendrán necesariamente a quienes se hallen en paro forzoso.
Mientras se llega a la nueva estructura total, mantendremos e intensificaremos todas
las ventajas proporcionadas al obrero por las vigentes leyes sociales.
16. Todos los españoles no impedidos tienen el deber del trabajo. El Estado
nacionalsindicalista no tributará la menor consideración a los que no cumplen función
alguna y aspiran a vivir como convidados a costa del esfuerzo de los demás.
TIERRA
17. Hay que elevar a todo trance el nivel de vida del campo, vivero permanente de
España. Para ello adquirimos el compromiso de llevar a cabo sin contemplaciones la
reforma económica y la reforma social de la agricultura.
18. Enriqueceremos la producción agrícola (reforma económica) por los medios
siguientes:
Asegurando a todos los productos de la tierra un precio mínimo remunerador.
Exigiendo que se devuelva al campo, para dotarlo suficientemente, gran parte de lo que
hoy absorbe la ciudad en pago de sus servicios intelectuales y comerciales.
Organizando un verdadero Crédito Agrícola Nacional, que al prestar dinero al labrador
a bajo interés, con la garantía de sus bienes y de sus cosechas, le redima de la usura y
del caciquismo.
Difundiendo la enseñanza agrícola y pecuaria.
Ordenando la dedicación de las tierras por razón de sus condiciones y de la posible
colocación de los productos.
Orientando la política arancelaria en sentido protector de la agricultura y de la
ganadería.
Acelerando las obras hidráulicas.
Racionalizando las unidades de cultivo para suprimir tanto los latifundios
desperdiciados como los minifundios antieconómicos por su exiguo rendimiento.
19. Organizaremos socialmente la agricultura por los medios siguientes:
Distribuyendo de nuevo la tierra cultivable para instituir la propiedad familiar y
estimular enérgicamente la sindicación de labores.
Redimiendo de la miseria de que viven a las masas humanas que hoy se extenúan en
arañar suelos estériles, y que serán trasladadas a las nuevas tierras cultivables.
20. Emprenderemos una campaña infatigable de repoblación ganadera y forestal,
sancionando con severas medidas a quienes la entorpezcan e incluso acudiendo a la forzosa
movilización temporal de toda la juventud española para esta histórica tarea de
reconstruir la riqueza patria.
21. El Estado podrá expropiar sin indemnización las tierras cuya propiedad
haya sido adquirida o disfrutada ilegítimamente.
22. Será designio preferente del Estado nacionalsindicalista la reconstrucción
de los patrimonios cumunales de los pueblos.
EDUCACIÓN NACIONAL. RELIGIÓN
23. Es misión esencial del Estado, mediante una disciplina rigurosa de la
educación, conseguir un espíritu nacional, fuerte y unido e instalar en el alma de las
futuras generaciones la alegría y el orgullo de la Patria.
Todos los hombres recibirán una educación preliminar que los prepare para el honor de
incorporarse al Ejército nacional y popular de España.
24. La cultura se organizará en forma de que no se malogre ningún talento por
falta de medios económicos. Todos los que lo merezcan tendrán fácil acceso incluso a
los estudios superiores.
25. Nuestro Movimiento incorpora el sentido católico de gloriosa
tradición y predominante en España a la reconstrucción nacional.
La Igesia y el Estado concordarán sus facultades respectivas, sin que se admita
intromisión o actividad alguna que menoscabe la dignidad del Estado o la integridad
nacional.
REVOLUCIÓN NACIONAL
26. Falange Española de las J.0.N.S. quiere un orden nuevo, enunciado en los
anteriores principios. Para implantarlo, en pugna con las resistencias del orden vigente,
aspira a la Revolución nacional.
Su estilo preferirá lo directo, ardiente y combativo. La vida es milicia y ha de
vivirse con espíritu acendrado de servicio y de sacrificio.
27. Nos afanaremos por triunfar en la lucha con sólo las fuerzas sujetas a
nuestra disciplina. Pactaremos muy poco. Sólo en el empuje final por la conquista del
Estado, gestionará el mando las colaboraciones necesarias, siempre que quede asegurado
nuestro predominio.
JOSÉ ANTONIO
(Redactada en noviembre de 1934) |