Si no
puedes tu solo
no apagues tu voz,
tu canción y la mía
cantaremos los dos
y un camino más limpio
abriremos tú y yo
para cuantos no tengan
ni verdad ni canción.
Si no puedes tu solo
no reniegues tu fe
que tu fe con la mía
el milagro ha de ser
que confirme el mañana
aprendido ayer
con la firme promesa
de servir y valer.
Si no puedes tú solo
dame a mi tu verdad
que con ella y la mía
le pondremos afán
al anhelo rotundo
de crecer y lograr
que a nadie la falte
paz, amor, fe y pan.