¡Franco!
El estruendo se elevó
del valle a la montaña
cuando el clarín sonó;
del alma brotó
el grito de ¡Arriba España!
el grito de ¡Arriba España!
Guiones
rojos y negros
siguieron al caudillo;
regado quedó el valle
con la sangre de caídos.
Sus
vidas se escapaban
al grito de ¡Arriba España!
al grito de ¡Arriba España!
Las
flechas de mis mayores
disparadas hacia el cielo,
vigilan mi campamento
Dos luceros.
Por
España y La Falange,
por su imperio y por La Fé.
mi guardia yo montaré
allá arriba, en los luceros.
Anunciaron
La Victoria
los clarines de España,
y su eco retumbó
allá por la montaña:
¡Franco!
¡Franco! ¡Franco!
¡Franco! ¡Arriba España!