Las
flechas de mi haz han florecido
rosales y ambiciones,
tan altas que los ángeles erguidos
entienden mis canciones.
Son
mis sueños: las armas y la muerte,
la Patria y el amor;
la vida que me ha tocado en suerte
se la he brindado a Dios.
En
mi vieja centuria me abracé con España,
con su historia y destino, con su carne y su
tierra;
me embriagó mi centuria con un vino de
hazaña,
y es Falange Española mi madrina de guerra
y vosotros mis fieles y buenos camaradas,
que el hallazgo hicisteis de mi espada y mi
estrella,
en las salves aquellas, junto al mástil
cantadas,
mis ensueños izabais de soldado hacia ella.
Me
esperan en cuarteles
los hombres de mi raza
que oirán lo que en mi escuadra
de flecha yo aprendí.
Después
la muerte hermosa
y una cruz que me abraza;
después la gloria eterna
y un desfile sin fin.
Las
flechas de mi haz han florecido
rosales y ambiciones,
tan altas que los ángeles erguidos
entienden mis canciones.