Escucha
España la voz potente
de los de ayer
de los de siempre,
los que triunfaron por la fe
los que lucharon por tu ser.
Un
día Dios te confió
la más sublime vocación:
ser su aparcera redentora
portaestandarte de su gloria,
llevar al mundo de la luz
ser defensa de la cruz.
Los
campesinos y los estudiantes,
los que trabajan en nuestros talleres,
los misioneros, los militares,
los que en la escuela forjas son,
los que la sangre y los sudores vierten
por construir una España mejor,
una consigna han de cumplir:
"Servir a España, a Dios servir".