Porque
has perdido los ojos me dices que no ves
nada,
ni el trigo que dora el campo, ni el brillo
oscuro del agua,
ni la lumbre del lucero, ni el color de mi
mirada.
¡Porque
has perdido los ojos en el campo de batalla!
Yo
seré para tus ojos como la nieve de blanca,
alegre como el recuerdo, firme como la
esperanza,
¡Porque
has perdido los ojos en el campo de batalla!
Seré
la gracia del chopo, seré el Ángel de tu
Guarda,
seré el milagro creciente y la luz que nunca
acaba.
¡Porque
has perdido los ojos en el campo de batalla!