Al
salir de España
sola se quedó
llorando mi marcha
la niña de mi amor.
Cuando
partía el tren de allí
le dijo así
mi corazón:
- Me voy pensando en ti.
Adiós, Lili Marlen.
Aunque
la distancia
vive entre los dos
yo siempre me acuerdo
de tu claro sol,
cuando
tu carta llega a mi
se alegra así
mi corazón,
pues solo pienso en ti
soñando con tu amor.
Cuando
vuelva a España
con mi División,
llenará de flores
mi niña su balcón.
Yo
seré entonces tan feliz
que no sabré
más que decir:
- Mi amor, Lili Marlen
mi amor es para ti.